Un grupo de expertos analizan las comisiones de la verdad emanadas de acuerdos de paz en un simposio organizado por el ICTJ y la Fundación Kofi Annan

18/11/2013

Nueva York, 14 de noviembre de 2013 – En la actualidad, los acuerdos de paz están generando más comisiones de la verdad que en ningún otro momento histórico. ¿Pero acaso responden a las elevadas expectativas de alcanzar la verdad, la rendición de cuentas y la reconciliación en sociedades que dejan atrás conflictos violentos? Esta semana la Fundación Kofi Annan y el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ) celebraron durante tres días un simposio de alto nivel para indagar en los desafíos y ventajas que presentan las comisiones de la verdad surgidas de procesos de paz.

El simposio, titulado “Cuestionando convenciones: ¿pueden las comisiones de la verdad fortalecer los procesos de paz de forma efectiva?”, se celebró en Greentree, Nueva York, entre los días 12 y 14 de noviembre de 2013, con la presencia de veteranos mediadores de paz y expertos en justicia transicional, y pretendía analizar cómo pueden las comisiones de la verdad aspirar realmente a alcanzar sus objetivos después de un conflicto.

“El esclarecimiento de la verdad puede dar voz a las víctimas y a sus familias, ayudándoles quizá a pasar página, y a determinar quién debe rendir cuentas. Sin embargo, ese esclarecimiento no solo atañe a la responsabilidad individual, sino a la de la sociedad, el Estado y sus instituciones”, declaró en su discurso inaugural Kofi Annan, exsecretario general de las Naciones Unidas.

En 2008 el papel de Annan fue clave durante las negociaciones de paz de Kenia, que, dentro del proceso de Diálogo y Reconciliación Nacional de ese país, incluyó una Comisión de la Verdad, la Justicia y la Reconciliación (CVJR), que debía examinar crímenes cometidos con anterioridad, remontándose hasta la independencia del país en 1963. El simposio también se ocupó de otros cuatro casos de comisiones de la verdad emanadas de procesos de paz: las de Guatemala (acuerdo de paz de 1994), Sierra Leona (1999), la República Democrática del Congo (2002-2003) y Nepal (2006).

Los participantes identificaron varios desafíos: que los victimarios poderosos intenten evitar la inclusión de cualquier iniciativa de rendición de cuentas y de búsqueda de la verdad en el marco del acuerdo de paz; que acepten las comisiones, pero a condición de que no sean realmente independientes, y que les hagan el vacío o ignoren sus conclusiones.

Las organizaciones de la sociedad civil no han dejado de resistirse a los intentos de crear comisiones ineficaces o a la marginación de las mismas. Para que puedan oponerse realmente a esas situaciones precisan apoyo internacional, flexibilidad para responder al cambio de entorno político y una utilización creativa de los principios internacionales.

La creatividad es esencial. Los patrones de aplicación universal son inútiles, y pueden llegar incluso a complicar la situación, al responder equivocadamente a las expectativas de la sociedad. “Esas comisiones deben suscitar expectativas realistas”, ha explicado David Tolbert, presidente del ICTJ. “No son ninguna panacea ni ponen punto final a historias turbulentas: con frecuencia son el principio de un largo proceso de reconstrucción del Estado de derecho y la confianza en las instituciones públicas. Los participantes en una negociación de paz, que comprenden que el esclarecimiento de la verdad es vital para que la paz sea duradera, deben aislar a los saboteadores y articular en cuanto sea posible un marco claro y sostenible a largo plazo”.

El hecho de no caer en la ilusión de que las comisiones son panaceas también debería conducir a que se doten de mandatos realistas y manejables. Es imposible que arreglen todos los males de una sociedad. Pablo de Greiff, relator especial de la ONU para el fomento de la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de no Repetición, avisó que el exceso de ambición en los mandatos de las comisiones de la verdad plantea problemas para su desarrollo práctico.

“Los mandatos de las comisiones, tanto en relación con las violaciones de derechos que deben examinar como, sobre todo, los cometidos que de ellas se esperan, no dejan de desarrollarse, pero sobre ellas siguen pesando los mismos condicionantes. Según De Greiff, “No hay relación entre lo que esperamos que hagan las comisiones y la capacidad y el poder que realmente tienen”.

Entre los participantes del simposio hubo profesionales y expertos de los sectores de la resolución de conflictos y la justicia transicional, mediadores de paz, representantes de organismos regionales e importantes personalidades del entorno diplomático y de las Naciones Unidas.

Los resultados de estos debates se publicarán en forma de informe final.


FOTO: Mediadores de paz y expertos en justicia transicional debaten los retos y beneficions de las comisiones de paz que surgen de procesos de paz durante el simposio de alto nivel organizado por el ICTJ y la Fundación Kofi Annan en Greentree, Nueva York, en noviembre de 2013. (Rayne B. Holm para el ICTJ).