La verdad sobre la corrupción: revisión del informe de la Comisión de la Verdad y la Dignidad de Túnez sobre la corrupción bajo la dictadura

Este documento informativo examina el enfoque de la Comisión de la Verdad y la Dignidad de Túnez para investigar los crímenes de corrupción de la era de la dictadura de Ben Ali e identificar instituciones e individuos responsables. Además, establece si dicho enfoque sí sentó las bases para la rendición de cuentas y la reparación. Si bien se quedó corta en algunos aspectos de su mandato, la Comisión logró conectar la corrupción con la represión política y con las políticas económicas neoliberales de la dictadura que marginaron a las regiones más pobres del país, donde comenzaron la revolución y la Primavera Árabe.

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First page of the briefing paper The Truth About Corruption

En cuanto a su mandato de investigar y responsabilizar a quienes cometieron o permitieron la corrupción durante la dictadura de Ben Ali, la Comisión de la Verdad y la Dignidad (TDC) de Túnez cumplió las funciones más básicas de una comisión de la verdad: realizó una audiencia pública, tomó declaraciones de víctimas y testigos, y publicó un informe. Hasta cierto punto, el TDC también vinculó la corrupción con la marginación de las regiones más pobres del país e identificó posibles fondos para las reparaciones. La comisión tenía poder legal y político para obtener información, un presupuesto de 19 millones de dólares, 567 empleados y una importante atención pública. Tenía los recursos y el poder para buscar y decir sistemáticamente la verdad y trazar una hoja de ruta para desmantelar la red de corrupción de la dictadura, incluido sentar las bases para procesar a los miembros, colaboradores y funcionarios más corruptos de la familia Ben Ali. También tenía el mandato claro de identificar las causas profundas de la marginación en Túnez. Hubo importantes obstáculos políticos para cumplir su mandato, pero el TDC simplemente no logró maximizar ni utilizar adecuadamente estas herramientas, recursos y poderes. También socavó su propia credibilidad por la falta de transparencia en el proceso de “arbitraje” y “reconciliación” que siguió al tratar con presuntos perpetradores de corrupción. Sin embargo, el informe final del TDC dice un conjunto más amplio de verdades. Sus conclusiones y recomendaciones sobre la corrupción pueden vincularse a sus hallazgos sobre la represión durante la dictadura, así como a sus recomendaciones relacionadas con las políticas económicas y sociales neoliberales prescritas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional e implementadas por Ben Ali y ahora sus sucesores. La experiencia de Túnez también reafirma que, en los procesos de justicia transicional en el sur global, la corrupción y los delitos económicos deben examinarse para que la verdad sea completa y para que la rendición de cuentas incluya a quienes se beneficiaron de la corrupción o la permitieron.