En Colombia, víctimas y excombatientes ven la humanidad del otro

Tres mujeres se detienen a mirar fotos de personas colocadas en caballetes.

Los transeúntes se detienen para observar un homenaje a los desaparecidos ubicado afuera del auditorio de la Biblioteca Virgilio Barco en Bogotá, donde la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) realizó su primera audiencia de reconocimiento del 21 al 23 de junio de 2022. La audiencia versó sobre el caso judicial de toma rehenes, privación grave de la libertad y otros delitos concurrentes (conocido como Caso 01). En sus investigaciones, la JEP identificó un total de 2.396 víctimas, muchas de las cuales continúan desaparecidas. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Un hombre con gafas mira a la cámara.

“El proceso de preparación al que nos sometimos antes de esta audiencia de reconocimiento ha sido aleccionador. Nos ha permitido reflexionar profundamente sobre una práctica que nunca debería haberse adoptado”. — Ex líder de las FARC-EP Rodrigo Londoño (María Margarita Rivera/ICTJ)

Un grupo de siete hombres se para alrededor de una mesa, mirando los papeles sobre la mesa.

Como parte del proceso de preparación, los comparecientes escucharon a las víctimas y sus relatos y reflexionaron sobre la gravedad del daño que causaron sus acciones, ya no como combatientes sino como civiles y miembros de la sociedad. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Vista exterior de una sala de reuniones, con carteles de personas colgados afuera.

La justicia restaurativa se cultiva desde el primer momento en que las partes comienzan a prepararse para la audiencia. Víctimas y responsables se reunieron en la Biblioteca Virgilio Barco semanas antes de la audiencia. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Un hombre y una mujer miran a otro hombre a través de una mesa mientras discuten algo.

Tanto en las sesiones preparatorias como en la audiencia, las víctimas exigieron el reconocimiento del trato inhumano y degradante al que fueron sometidos los rehenes e insistieron en la necesidad de buscar a los que continúan desaparecidos. Héctor Angulo, cuyos ancianos padres fueron secuestrados y desaparecidos, sigue buscando los restos de su padre. Aquí habla con el excombatiente Rodrigo Granda. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Una mujer a la izquierda se enfrenta a un hombre a la derecha al otro lado de una mesa mientras hablan.

Reunir a víctimas y responsables cara a cara para responder a preguntas planteadas por el equipo del ICTJ antes de la audiencia permitió a las víctimas expresar sus demandas de justicia y verdad en un entorno no judicial y ayudó a ambas partes a comprender cómo se desarrollaría la audiencia y manejar sus expectativas. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Un hombre con gafas y una camisa de cuello amarillo mira a la cámara.

“Hemos reflexionado sobre la responsabilidad que tuvimos como comandantes y autores de estos crímenes y nos hemos puesto en el lugar de las víctimas. Conforme ha ido avanzando el proceso de reconocimiento, hemos conocido nuevos hechos y relatos de víctimas que desconocíamos”. — El ex líder de las FARC-EP Pablo Catatumbo (María Margarita Rivera/ICTJ)

Varias personas se sientan a un lado de una mesa, inclinándose intensamente hacia adelante mientras escuchan.

Gonzalo Botero, víctima de secuestro, y Zamora Díaz, cuyo hermano Oswaldo Díaz fue secuestrado y desaparecido, escuchan atentos la declaración de un ex combatiente durante una sesión restaurativa. Después de tales conversaciones, muchas víctimas sintieron que, aunque los perpetradores cometieron secuestros y otros crímenes horrendos, eran seres humanos comprometidos con el proceso de justicia transicional y la búsqueda de la verdad. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Dos mujeres se abrazan.

Con el fin de sentar las bases más sólidas posibles para el encuentro entre las víctimas y los exlíderes de las FARC-EP, el ICTJ facilitó tres sesiones individuales con cada una de las 29 víctimas que ofrecieron su testimonio en la audiencia y sus familiares, cuatro talleres de preparación con los ex líderes de las FARC-EP, y tres encuentros restaurativos entre víctimas y responsables antes de la audiencia. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Un hombre con gafas y una camisa azul mira a la izquierda de la cámara.

“En primer lugar, las víctimas están en el centro de este proceso. Por eso les debemos un reconocimiento completo de lo que les sucedió a ellos y a sus seres queridos”. — Ex líder de las FARC-EP Milton de Jesús Toncel (María Margarita Rivera/ICTJ)

Varias personas se abrazan y hablan entre sí.

En las sesiones de preparación, las víctimas compartieron sus experiencias relacionadas con los delitos y las políticas criminales identificadas en el Auto 019, discutieron la responsabilidad que los ex líderes de las FARC-EP deben reconocer en la audiencia pública y recibieron apoyo psicosocial para ayudarlos a contar sus historias. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Un hombre con lentes polarizados y una camisa verde mira justo a la izquierda de la cámara.

“Hoy entendemos lo bárbaros que fuimos y lo absorbidos que estábamos por este conflicto, al igual que todos los demás actores”. — Ex líder de las FARC-EP Rodrigo Granda (María Margarita Rivera/ICTJ)

En una sala de audiencias, un hombre se dirige a una audiencia en un podio, con seis hombres sentados detrás de él.

Los excombatientes Rodrigo Londoño, Pablo Catatumbo, Pastor Lisandro Alape, Milton de Jesús Toncel, Jaime Alberto Parra, Rodrigo Granda y Julián Gallo reconocieron su responsabilidad de mando en los delitos de secuestro ante la presencia de víctimas, funcionarios de la JEP, representantes de la sociedad civil y organismos internacionales, y miembros de la prensa nacional e internacional. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Un hombre en la audiencia en primer plano usa un teléfono celular para grabar la cámara de audiencia en el fondo.

La audiencia de reconocimiento se transmitió en los medios de comunicación principales y alternativos y se transmitió en vivo en YouTube. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Una mujer se sienta de espaldas a la cámara en primer plano con la sala de audiencias frente a ella.

Representantes de la Comisión de la Verdad, Convivencia y No Repetición y de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas Desaparecidas (UBPD) estuvieron presentes en la audiencia. La UBPD viene adelantando procesos extrajudiciales en los que ex miembros de las FARC-EP buscan los restos de secuestrados que fueron desaparecidos y asesinados. (María Margarita Rivera/ICTJ)

En una gran sala de audiencias, una pantalla digital muestra una imagen de una foto familiar mientras la audiencia observa.

En la audiencia se muestra una foto de Oswaldo Díaz, concejal que fue secuestrado y desaparecido, y su hijo, Edward Díaz, cuando era niño. Edward Díaz dio uno de los discursos más desgarradores durante la audiencia. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Un hombre con gafas y una camisa roja mira a la cámara.

“Cuando nos enfrentábamos, nos veíamos como enemigos. Ahora vemos gente. Vemos su rostro, ven el nuestro y eso nos humaniza. Hemos dejado de crear enemigos y ahora vemos seres humanos que han sido lacerados por acciones nuestras”. — Ex líder de las FARC-EP Pastor Alape (María Margarita Rivera/ICTJ)

Una mujer en la audiencia se limpia las lágrimas con un pañuelo mientras graba la audiencia con su teléfono celular.

La implementación de medidas de justicia restaurativa en el contexto de un tribunal especial tiene sus desafíos. El principal de ellos es garantizar que cualquier encuentro entre las víctimas y los responsables se centre en las víctimas y se lleve a cabo de manera sincera y respetuosa, cumpliendo al mismo tiempo con los requisitos de los procedimientos judiciales. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Un hombre calvo con una camisa gris mira fijamente a la cámara.

“Reconocer estas acciones y dar a las víctimas, al país y a toda la sociedad la verdad plena nos permitirá tender puentes hacia una sociedad completamente diferente a la que nos tocó vivir”. — El ex líder de las FARC-EP Julián Gallo (María Margarita Rivera/ICTJ)

Cuatro personas se abrazan.

La víctima Diva Díaz y el exlíder de las FARC-EP Pastor Alape participan de un abrazo grupal. Muchas víctimas y excombatientes tuvieron intercambios significativos antes, durante y después de la audiencia que les dieron confianza en el proceso de justicia transicional y alentaron el camino hacia la reconciliación. (María Margarita Rivera/ICTJ)

Del 21 al 23 de junio de 2022, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de Colombia celebró su primera audiencia de reconocimiento en el auditorio de la Biblioteca Virgilio Barco en Bogotá. Siete exdirigentes de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) reconocieron su responsabilidad de mando en los delitos de secuestro que fueron política de las FARC-EP de 1993 a 2012 ante la presencia de víctimas, funcionarios de la JEP, representantes de organizaciones de la sociedad civil e internacionales, y miembros de la prensa nacional e internacional.

En esta audiencia, por primera vez, los antiguos líderes de las FARC-EP reconocieron públicamente su papel en estos crímenes sistémicos. Este es un paso decisivo en el proceso de justicia restaurativa del país y en la afirmación de la dignidad de las víctimas, ambos necesarios para reparar el tejido social de Colombia desgarrado por más de 50 años de guerra.

Con el fin de sentar las bases más sólidas posibles para el encuentro entre las víctimas y los ex líderes de las FARC-EP, el ICTJ facilitó tres sesiones individuales con cada una de las 29 víctimas que ofrecieron su testimonio en la audiencia, cuatro talleres de preparación con los ex combatientes y tres reuniones restaurativas entre víctimas y responsables antes de la audiencia.

Para obtener más información, visite el artículo principal de " El camino hacia el reconocimiento en Colombia ".